Últimamente el pelo me trae por la calle de la amargura. No quiero recurrir al tinte o a las mechas pero me apetece verlo distinto, así que cambiar de peinados es una buena forma para ir dándole un aire distinto a mí look. Mi problema es que no soy nada mañosa con el pelo, creo que alguna vez ya os lo he confesado. Así que creo que lo más fácil para mí son las trenzas, algún moño y llevar el pelo suelto. Partiendo de estas tres propuestas he intentado buscar alguna opción para darle un toque algo más mono, así que aquí comparto con vosotras cinco peinados para cada día de la semana.