Lo dejó dicho claramente don Antonio Machado : “De diez cabezas, nueve embisten y una piensa. … “. Se refería el insigne poeta a lo que ocurría en la España de su tiempo. La sentencia podría aplicarse a los que desde los más altos estamentos de la política o la administración nos rigen. De esta forma se explican situaciones como las que viven muchos médicos y estudiantes de Medicina de Málaga, que por calamitosa no tienen más remedio que arramblar con sus bártulos y emprender la aventura de Europa o de cualquier otro hemisferio que les garantice el trabajo que aquí se les niega. Algo deberán estar haciendo mal quienes tienen en sus manos los designios del país para que estada desbandada se produzca. Puede que la desaforada crisis tenga mucho que ver con que médicos titulados y estudiosos no vean porvenir aquí, pero también cabría preguntarse si no serán la prácticas de políticas erróneas las que estén detrás de lo que lleva camino de un desmantelamiento de la sanidad pública , fruto del abandono de profesionales bien formados, y que cumplen con creces los requisitos exigidos en otras áreas geográficas para su contratación,algo que puede durar un periodo de tiempo que ronda los 12 años, suficientes para que se afinquen definitivamente en el país y se acuerden para bien poco del país que los vio nacer.
El presidente de la oficina laboral del Colegio de Médicos, Juan José Sánchez Luque, ha sido taxativo: Se impone “un plan de fidelización” del médico andaluz que decide abandonar sus lares. Es lo que ha exigido a la Junta de Andalucía para cortar la `hemorragia´ de abandonos, los cuales han llegado ya a 200 solo en la provincia de Málaga. Los médicos bien preparados o los especialistas tienen que ejercer sin dilación para que sus conocimientos adquiridos con sudor y lágrimas no se oxiden.
Los países nórdicos reciben con los brazos abiertos a nuestros galenos. Por algo será. Obcecadamente, no se están poniendo los pies en pared, que es lo que decimos por mi tierra al más sur del sur, cuando se trata de acabar con una situación perjudicial, para evitar su fuga que ya empieza a ser masiva. Cuidar a nuestros médicos para que la sanidad no flaquee debería ser objetivo primordial de nuestros políticos. Pero ya se sabe el dicho con el que abro este escrito. Al que había que unir una cita de Voltaire, uno de los más genuinos representantes de la Ilustracción:“Los hombres que se ocupan de restaurar la salud de los demás uniendo habilidad con humanidad están sobre los grandes de la tierra. Aún comparten la divinidad, ya que preservar y renovar es casi tan noble como crear.”
Foto: Protesta de médicos (archivo diario SUR)