El cine español volvió a vestirse ayer de gala para celebrar la 23 edición de los Goya. Una cita donde, una vez más, la moda fue una de las grandes protagonistas. Sobre la alfombra roja (donde la gran ausente fue Penélope Cruz con la excusa de su nuevo embarazo), mucho más nivel que en anteriores ediciones, lo cual se agradece. Nuestra actrices desplegaron sus mejores armas para conquistar a los flashes. Como se anunció, mucha estética retro años 40, cortes hiperfemeninos para resaltar siluetas y un dominio cromático de negros (siempre infalible y elegante), blancos, nude y mucho destello metalizados (en algunos casos excesivos, sobre todo si se mezclan con encajes recargando el resultado final como le ocurrió a Manuela Vellés con modelo de Alfredo Villalba). Entre las que más arriesgaron, Silvia Abascal -que se atrevió con un vestido negro palabra de honor de Stephane Rolland de esos con los que es imposible pasar desapercibida. Alta costura en estado puro- y una provocativa Blanca Suárez, también de negro, con un traje con falda transparente de Elie Saab. Espectacular, sí, pero también es cierto que no fue su mejor noche. Paula Echevarria apostó por el celeste, un tono que será protagonsita esta primavera, con un modelazo de Dolores Promesas que pese a ser precioso tenía un pero, no le resaltaba demasiado. Brillante Leticia Dolera, mi gran favorita de anoche con un impresionante vestido de flores de Del Pozo. Romántica, delicada, elegante y estilosísima (aunque muchos critiquen que iba de comunión, no es mi opinión). Otro derroche de estilo y buen gusto, el de Irene Visedo, que acertó de pleno con un dos piezas de la firma española Tot-Hom con el que además de original iba guapísima. En el otro extremo, en el de las peor vestidas, se cuela una vez más Belén Rueda. Decepcionó hace semanas en los Premios Feroz y anoche lo volvió a hacer, echarse años encima con un traje de Lorenzo Caprile de lunares en negro que le hacía muy mayor y no le favorecía en absoluto. Un horror Mariam Aguilera, que apareció con un look desaliñado y bastante descuidado de David Valls, y Marta Larralde, que defraudó con un vestido de escote imposible cero favorecedor. ¿Una crítica? La escasa apuesta por la moda española que una vez más volvió a ser la asignatura pendiente. Pasamos revista. ¡Luces, cámaras…¡moda!
LAS MEJOR VESTIDAS
Leticia Dolera dio anoche una lección de estilo. Espectacular su palabra de honor blanco de Del Pozo con falda de volumen con delicados bordados florales. A mi juicio iba perfecta. Elegante, romántica, natural, femenina…Eso sí, en las redes sociales le llovieron muchas críticas ya que, según muchas, parecía que iba de comunión. Discrepo totalmente. Eso sí, quizás con el vestido en otro tono (por ejemplo, maquillaje) hubiese evitado ese efecto.A mi me enamoró.
Otro sobresaliente para el look de Irene Visedo de la firma española Tot-Hom. Estaba radiante con este dos piezas a base de crop top con incrustaciones de pedrería, fajín dorado y falda marrón con volumen. Sofisticada, original y guapísima, que era de lo que se trataba. Arriesgó y ganó. Otro diez para ella, sí señor.
Paula Echevarría era, como siempre, de las más esperadas de la noche. Si el año pasado se posicionó entre las mejor vestidas con un espectacular vestido ajustado de pedrería en verde esmeralda, en esta ocasión volvió a impresionar. Pero no estuvo tan acertada. Apostó por el celeste, un tono que será imprescindible esta próxima primavera, pero el color no le favorecía demasiado. El palabra de honor de Dolores Promesas le quedaba como un guante pero no le resaltaba lo suficiente. Aún así, deslumbró y no podemos dejar de incluirla entre las mejores. Me gustó su recogido y sus joyas de Tous. El clutch rosa, precioso.
Y hablando de Paula, el modelo de Inma Cuesta nos trajo a todas a la mente precisamente la elección de Echevarría de la pasada edición de los Goya (se parecían bastante). Cuesta estuvo radiante con este traje del diseñador español Iván Campaña cuajado de lentejuelas y cristales que resaltaba su figura. El cinturón joya (uno de los complementos estrella de la alfombra roja) remató un look impecable, con un recogido y unos pendientes -de Bárcena- de sobresaliente.
Dafne Fernández fue de las muchas que apostó por el blanco. Suele caracterizarse por entrar en la lista de las mejor vestidas y anoche volvió a conquistar con un Carolina Herrera de estilo minimalista con un original escote con lazada en la espalda. Sobria y elegante 100% sin aditivos. Iba guapísima.
La joven actriz Macarena García demostró que menos es mucho más. Ella también fue de las que recurrió al blanco con un refinado Roberto Cavalli Alta Costura realmente favorecedor. Iba fresca, juvenil, sencilla y a la vez estilosísma.
La premiada Natalia de Molina (actriz revelación por su papel en ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’) apostó por un diseño muy elegante de Andrew GN, con escote asimétrico y ‘print’ de corales en dorado. El recogido y el maquillaje, de diez. Me encantó. El traje era una maravilla.
Y más blanco: el de Marta Nieto, quien también entonó aquello del menos es más con su vestido de Beatriz de la Cámara con pequeños volantes en la cintura y mangas con volumen. Iba radiante. Sofisticada, natural, sencilla y muy muy favorecida. Sin duda, otra de mis favoritas.
Espectacular Manuela Velasco con un modelazo metalizado de falda midi de Dior. Me enamoró el corte, el volumen, el tejido…Otro ACIERTO en mayúsculas.
Con Blanca Suárez me pasó como con Paula Echevarría, que me llevé una decepción. Siempre está entre mis favoritas y por eso, me esperaba algo más de ella. A su favor he de decir que se esforzó en arriesgar (al menos no fue a lo seguro) pero su Elie Saab negro con provocativas transparencias no le permitió deslumbrar. Iba guapísima porque es guapísima, pero podía haber dado más de sí. Remató el look con collar joya multicolor de Tous.
Silvia Abascal fue sin duda la más llamativa y arriesgada. Se atrevió con un palabra de honor negro del francés Stephane Rolland con el que acaparó todas las miradas. Fue la más impactante. Alta costura en estado puro. Pero a mi personalmente no me acabó de gustar. Excesivo tal vez, aunque eso sí, dio el espectáculo que también se agradece sobre la alfombra roja.
De Dolores Promesas iba también Toni Acosta, otra de las incondicionales a esta firma española. Muy guapa con este modelo asimétrico en negro y dorado que le favorecía muchísimo. Estilosísima.
Marian Álvarez (otra de las premiadas de la noche) me enamoró con este diseño azul klein de Miriam Ocariz. Preciosa la lazada frontal. Iba elegantísima, natural y estilosa.
LAS PEOR VESTIDAS
Lo de Mariam Aguilera no tiene nombre. De esta guisa apareció en la alfombra roja. Con aspecto de acabar de levantarse. El vestido negro de David Valls no solo no le favorecía nada sino que acompañado de ese peinado tan descuidado le dio el pasaporte directo al listado de las peor vestidas. Y por méritos propios.
Belén Rueda sigue en su empeño de echarse años encima. Preocupada me tiene porque lleva una racha…En sus últimas apariciones no acaba de sumar errores. El de anoche fue garrafal. El Lorenzo Caprile de lunares en negro le hacía mayor, y ese recogido demodé…un cero patatero. Y es una pena, porque podría sacarse tanto partido…
Marta Larralde y su fallido intento de marcarse un look a lo Angelina Jolie fue uno de los grandes fracasos de la noche. Ese escote imposible tan vulgar y tan poco favorecedor, esa raja…en fin, un sonoro despropósito.
María Botto o cómo recargar un look hasta cargártelo. Así podría llamarse la película. La actriz pecó con este ‘outfit’ excesivo con vestido de Thename en el que mezcló de todo: plumas. efecto ‘tie-dye, detalles metalizados…Too much
Otro Caprile que pasó con más pena que gloria, el de Nathalie Poza. Las aperturas laterales podrían estar bien para una invitada de 20 años pero no para ella. No le favorecía en absoluto. Ni el corte ni el color.
Miriam Giovanelli pecó de moderna. Su estilo de aires lenceros de Maria Escoté la situó entre las peores de la noche. No me gustó nada.
Los brillos son un arma de doble filo, por lo general en los excesos quedan peor que bien y si ya se juntan con encaje, con transparencias y con un corte como el que lució Manuela Vellés de Alfredo Villalba la ecuación se resuelve sola= a fracaso.
NI FÚ NI FÁ: LOOKS MEDIOCRES, SIMPLEMENTE CORRECTOS
Ana Belén lució un vestido negro de Armani con lazada en el hombro. Es cierto que le sentaba como un guante. Que estaba muy guapa. Que era elegante y muy acorde con su edad (le realzaba sin echarle años encima a lo Belén Rueda) pero sinceramente, a mi no me despertó nada. Ni grandes pasiones ni odios. Correcta sin más.
Otra que suele acertar y que anoche pinchó. Hablamos de Aura Garrido, que recurrió a un vestido negro de Alberta Ferretti con escote corazón y cola (muy habitual en los looks de la actriz). Pienso que no le favorecía en absoluto.
¡Qué empacho de brilli brilli! Los brillos, pailletes, lentejuelas y demás acabados metalizados fueron anoche protagonistas sobre la alfombra roja. ¿El problema? Que son peligrosos y salvo que se encuentre el equilibrio perfecto pueden conducir al fracaso. Clara Lago se enfundó este modelo de Zuhair Murad con el que no estuvo mal…pero tampoco fue de las que más llamó la atención.
Nieves Álvarez puso el listón alto el año pasado y en esta ocasión optó por un modelo más discreto con el que pasó sin pena ni gloria. De Ralph and Russo Alta Costura. Iba guapa, es cierto, pero no destacó.
Michelle Jenner lució un vestido de plumas y pedrería de Naeem Khan. A mi juicio un error. El color muy apagado para ella -no le favorecía- y el modelo en general le echaba años. Poco juvenil. Con su edad podía haber elegido algo más fresco, juvenil, con más gracia…En fin, otra que ni fú ni fá.
A su favor hay que reconocer que se esforzó. Mucho más que otras veces. Pero un Lanvin hay que saber defenderlo, y a María León le faltó algo. El caso es que no convenció.
Y termiamos el repaso con otra decepción: Juana Acosta me suele encantar. Es más, me fascinó sobre la alfombra roja en todas y cada una de sus apariciones en la última edición del Festival de Cine de Málaga. Pero ayer en los Goya me dejó bastante fría. El efecto nude segunda piel no le realzaba nada. No acertó con el Zuhair Murad estilo retro con juego de transparencias.
PREMIO A LOS MÁS FRIKIS
Y a modo de bonus track, os dejo con una de las estampas más frikis de la noche. La protagonizaron Macarena Gómez y su marido.Si quería que hablaran de ellos lo consiguieron. El caso es que el vestido de ella de Lorenzo Caprile con lentejuelas verdes no me disgustó, pero combinado con el excéntrico look de su pareja…¡demasiado! Ojo con sus pieles y sus zapatos con plumas. Muy modernos sí…y el caso es que tiene su punto. ¿Qué os parece?
¡Hasta aquí el repaso! ¿Coincidís conmigo? ¿Cuáles fueron vuestros looks favoritos? ¡Hasta mañana!