– En tu libro empiezas recordando la importancia de aceptarse y ser fiel al estilo personal de cada cual como base fundamental para vestir con estilo. ¿Alguna receta?

Sí, el libro tiene esa parte también de psicología porque es cierto que si nosotros no creemos en nosotros mismos no hay nada que hacer. Si te ves fea, mal , horrible, al final te pongas lo que te pongas te vas a ver mal. Por eso es importante abordar esa cuestión que toco en la primera parte para que empecemos primero construyendo nuestro ser interior. Es importante que esa parte la tengamos bien sólida y segura. Aunque tengamos un cuerpo con ciertas imperfecciones no pasa nada  porque siempre se le puede sacar partido a todo y nadie es perfecto, pero ni la top model más estupenda del  mundo. Todos tenemos defectos y el truco está en saber potenciar lo bueno.

– Al respecto va al pelo una cita de nuestro malagueño David Delfin que recoges en tu obra: “No creo que la elegancia tenga que ver solo con la ropa, es una cuestión de actitud, de pensamiento, de mirada…”. Se trata de un todo en el que no podemos descuidar ningún detalle, ¿es así?

Claro, es que la elegancia, el estilo es una mezcla de cosas, más allá de la ropa que lleves puesta. Yo por ejemplo soy una persona que aunque trabaje en moda  fundamentalmente me interesan otras muchísimas cosas. Me aporta mucho tocar otros temas como el arte, la gastronomía, , el cine…Al final es clave esa actitud, esa educación y ese saber estar al que alude David Delfín.

– De niña cuenta que sus visitas al taller de Victorio&Lucchino con su madre fueron sus primero contactos con el mundo de la moda. ¿Qué peso tiene esa inspiración andaluza en sus looks?

Yo mis raíces las tengo súper presentes siempre. Me encanta comunicar sobre mi tierra, hablar de Sevilla. Estoy tremendamente orgullosa de donde he nacido y lo llevo a mucha honra, Diseñadores internacionales se han inspirado en nuestra cultura como Jean Paul Gaultier, John Galliano…y para mi eso es un honor.

– También es una firme defensora de las piezas vintage, claves para marcar la diferencia. En un mundo cada vez más global donde todas llevamos las mismas marcas, ¿es de los pocos atajos que nos queda para escapar de ese rebaño?

Yo es que nunca he sido mujer de rebaño ni de grupos ni de nada por el estilo. A mi lo que me enamora de las piezas vintage es que son exclusivas, que no encuentras dos iguales y que tienen una historia interesante detrás. Mi tienda vintage favorita está en Biarritz y vende vestidos que pertenecieron a familias francesas de la aristocracia y me imagino cómo los lucieron sus dueñas anteriores, con qué gente, y eso me atrae muchísimo.

– En tu obra adviertes de la importancia de no sucumbir a las tendencias y acabar convertida en una fashion victim. En una sociedad donde la moda tiene tanta influencia, ¿cómo se logra ir a contracorriente?

Yo soy anti todo eso total. La receta es ser una misma. Yo comparto mis estilismos diarios a través de mi web y uso muchas prendas de temporadas pasadas, El truco está en darle el toque actual. No tienes por qué seguir siempre las tendencias al pie de la letra. Yo me voy poniendo las cosas que me van apeteciendo, lo que el cuerpo me va pidiendo. Mi color favorito por ejemplo es el magenta, y aunque este año está de moda siempre estará presente en  mi vida de alguna forma sea o no tendencia. La clave está en tener personalidad y no dejarte influenciar por lo que se lleve aunque evidentemente es importante estar al día y adaptarlo según tus gustos.

– Si hay un rasgo que te define es la naturalidad, looks sofisticados y estilosos pero sin grandes extravagancias. ¿Menos es mas?

Sí, menos es más. Yo de hecho no suelo sofisticarme demasiado menos en algún evento especial cuando me pongo un taconazo y me pinto algo más de la cuenta. Me gusta ser yo, con mi cara, con mi pelo, un poco de colorete y listo. No me gusta transformarme.

– En el libro ofreces ideas de estilismos para 50 situaciones diferentes, entre ellas los eventos especiales. Quizás sean de los momentos más difíciles porque queremos ir perfectas y siempre dudamos si hemos acertado. Ahora que empezamos la temporada alta de comuniones y bodas, ¿algún estilismo que nunca falla?

Lo mejor para estas situaciones es comprase un vestido corto en algún color clarito, ideal para tener de fondo de armario. Para una comunión o boda de día podemos llevarlo con una pamela, tocado e incluso guantes. Por la noche nos sirve ese mismo vestido apostando por unos pendientes más lucidos. El truco está en jugar con los complementos.

– ¿Cuáles son las 5 prendas imprescindibles en el armario de Maria León?

Unos vaqueros, unos zapatos de deporte de color vivo, un vestido negro, un blazer y unos tacones negros.

– ¿Alguna adquisición clave para la próxima primavera?

A ver, te diría que un vaquero blanco, por ejemplo de Pedro del Hierro Sport, porque se lleva mucho el color y se puede combinar con todo.