Buenos días, amigos de la meteo. Antes de hablar del turrón seco, os doy la predicción del fin de semana.
La probabilidad de precipitaciones en la provincia malagueña es muy baja el sábado y el domingo. El viento soplara de componente este, es decir levante, probabilidad de nubes bajas. En cuanto a las temperaturas máximas y mínimas estarán dentro de la media para las fechas que estamos.
Salvo sorpresón de última hora, todo hace indicar que si.
Os dejo con mi amigo Mario Fernández Manzorro que lo explica muy bien, toca leer.
Lo mismo que la Historia muestra sus preferencias por los eventos terminales(no sé a quién leí esta frase pero supongo que a Albert Speer o a algún historiador experto en el periodo del III Reich; no recuerdo ahora), la Meteorología muestra también sus preferencias por los eventos extremos. Coincidiendo con el periodo navideño, y también con la entrada del invierno astronómico, suele darse en nuestra Península un tipo de tiempo que Font Tullot califica como el predominio del anticiclón “ibérico”. Periodo éste de calmas, de heladas y de nieblas persistentes. Es tanta la dicha calma y tan poco el movimiento atmosférico que las ciudades alcanzan niveles peligrosos de contaminación y, desde el mismo Toledo, se ve la famosa “boina” de Madrid y uno piensa: Dios santísimo, ¿Cómo pueden los madrileños respirar semejante guarrada?
También por estas fechas suelen darse registros de presiones altas que pueden ser de auténticos “récords”. Siempre me he preguntado el porqué de esta circunstancia, pero todo tiene una fácil y lógica explicación: el aire frío y seco pesa más que el húmedo y cálido. Esto es así porque al ser el aire una mezcla de gases, tiene un peso específico mayor que el vapor de agua. Así que la mezcla aire seco-vapor de agua pesa menos que la mezcla únicamente de aire seco. Se suele decir también que los anticiclones son los “pesos pesados” de la atmósfera y se forman en el flanco sur de una baja recién formada. Esto se ve en uno de los análisis previstos que he colgado: un anticiclón de 1040 hPa anclado en nuestra Península forma un puente anticiclónico con otro recién formado al oeste, ambos forman un puente y al final, como ocurre en la vida misma, el “joven” toma el relevo del “viejo”. Lo que ocurre es que el “joven” parte ya de una presión inicial de otros 1040 hPa y así cuando se “ocluye”(también los anticiclones se ocluyen como las borrascas), la presión puede resultar de auténtico escándalo( como los 1045 que da la media de los escenarios o los más de 1050 hPa que pronostica la salida determinista).
Y ya para rematar faena, digamos que se dan dos tipos de anticiclones: los térmicos y los dinámicos. La presión en los térmicos suelen alcanzar marcas mayores que los dinámicos(el siberiano suele nacer como un anticiclón térmico que puede hacerse dinámico o no dependiendo de los avatares de la circulación general de los oestes) pero 1050 en nuestro familiar “azoriano” se hace incluso excesivo. Esos 1050 hPa sólo se hacen posible tras una buena inyección de aire cálido desde latitudes inferiores.
En fin, es lo que quería contar. Al final estos “anticiclonazos” suelen morir de “agotamiento” pero su agonía puede durar días y días o, incluso, semanas. Gracias por leerme hasta aquí y muy buena tarde para todos.
Un abrazo a todos.