Buenos días, amigos de la meteo. Los aviones o avionetas solo pasan por Málaga, la tienen tomada con nosotros, menos mal que de vez en cuando se quedan sin gasolina y llueve en todos los portales. Lo que si esta claro que por Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco no pasan. Iros haciendo a la idea que con el cambio climático las sequias serán más duraderas, también se darán lluvias más torrenciales que solo hacen daño. Esperemos que este otoño e invierno lleguen los ábregos a toda Andalucía y nos de un respiro, si no es así, lo pasaremos muy mal el año que viene.
Os voy a pasar datos de sequías que hemos tenido, que he sacado de estas fuentes:
Si dejamos lejos la última glaciación y nos situamos en las proximidades de la Era Cristiana, nos encontramos con la sequía que en el año 476 AC asoló el sudeste peninsular y la que en el 427 AC afectó de manera importante a toda la región mediterránea. Pero la noticia meteorológica más sensacional de estos siglos es sin duda la llamada «Gran Seca» que duró 26 años, del 224 al 198 AC, de la que dan cuenta Diodoro Sículo y otros historiadores añadiendo que produjo la ruina general de Hispania.
El año que hasta se secaron los olivos: En la época goda se registró un periodo climático suave. Cuentan las crónicas góticas que hacia mitad del reinado de Sisenando (631-6) desaparecieron las nubes sobre la mayor parte de la Península ibérica. Comenzaba un largo periodo sin apenas lluvias que atrajo hambrunas y crisis social. La situación empeoró durante todo el reinado de Chintila (636-9), de manera que morían los animales y los árboles. En 641, ya con Tulga como rey de los godos, la sequía era tan alarmante, tras siete años prácticamente sin llover, que murió la mayor parte de los olivos de la antigua provincia Bética romana. Es decir, desaparecieron por sequía hasta los olivos que alimentaron al imperio romano durante casi siete siglos (el 70% de las ánforas olearias del monte Testaccio llevan sellos béticos). El olivar debía poblar Andalucía en superficie muy similar a la actual.
En el año 1504 según cita de Linés (1990, 2001): fue quizás el peor “prodigiosamente infausto para Castilla” y “más horrible en la parte baja de Andalucía”
En 1606 cuenta Díaz de Escovar (1899) y Estrada (1970): muertes en Málaga por hambre en abril de aquel año derivada de sequía de 1605.
Hubo una serie de sequías dentro de un período seco general entre 1901 y 1920, estas sequías destacables ocurrieron en los años 1905, 1907, 1913 y 1918, según el autor Font Tullot (1988)
En el estudio de rachas de sequías de las series largas de precipitación registrada se detecta una intensa racha seca durante los años hidrológicos 1935-40 en el sureste, pero no hay evidencias de que afectara al resto peninsular, con la salvedad del NW en 1937. Esa falta de evidencia pudiera deberse a la falta de registros a causa de la guerra civil. En el estudio de rachas de sequías de las series de precipitación reconstruida en cada zona SIEH, se detecta una sequía en el SE peninsular que engloba esos años.
Otras sequías más recientes 1942-46; 1948-51; 1953-55; 1956-59; 1964-65; 1966-68; 1970-71; 1973-76: 1980-86. La del 73/76 y 80/86 fueron severísimas, hubo cortes de agua en Málaga.
En estos últimos 27 años también se han dado sequias como las de 1995/99 – 2005 al 2009, 2013 al 2016.
Mar Gómez comentaba esto en meteored: Las peores sequías vividas en España
La primera gran sequía (1749-1753)
Esta primera gran sequía del siglo XIX llegó a secar el río Tormes según los escritos y documentos que existen. Afectó a la mitad septentrional que es, por lo general, la más húmeda. A la vez que se secaron ríos en el norte, en el 1752 se produjeron riadas en el Guadalquivir, algo que muestra el gran contraste que existió.
La sequía de 1944-1946
Esta fue una de las peores sequías que se recuerdan en nuestro país ya que ríos como el Ebro perdieron casi su caudal y el rio Manzanares, en Madrid, desapareció por completo con importantes cortes de agua en la capital.
Según la Agencia Estatal de Meteorología, el porcentaje de precipitación de ese momento fue el más bajo que se ha registrado entre el año 1940 y 2003.
La sequía de 1979-1983
El Júcar es uno de los ejemplos de la sequía de aquel momento. Los embalses de la cuenca descendieron hasta retener tan solo 116 hm3 de agua. Ciudades como Sevilla tuvieron que cortar el agua unas 10 horas al día.
Sequía de 1991-1995
Durante estos años, en especial los tres primeros, los recursos hídricos estaban al 28% de su capacidad habitual y en 1995 se redujeron al 15%. Esto provocó graves restricciones y cortes de agua como ocurrió en Madrid o el País Vasco.