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Los domingos son días tristes en general, porque acaba el fin de semana, porque al día siguiente se trabaja (para los que tienen la suerte de descansar los fines de semana)… y porque está todo cerrado y las calles se quedan más desiertas…
No entiendo por qué los domingos tienen que cerrar las tiendas, sí, ya sé que en teoría la apertura de las grandes superficies y tiendas perjudica al pequeño comercio. Eso es lo que dicen al menos, pues yo opino totalmente en contra. Más daño hace que abran los chinos y las tiendas de ‘todo a 1€’.
Me explico: Quien compra habitualmente en Zara, Mango, Massimo Dutti, en Carrefour o en otro gran comercio lo hace siempre en estos sitios abran cuando abran. Es decir, la persona que compre en estos negocios no supone una pérdida para el pequeño comercio por mucho que estos negocios abran o no los domingos. Además, si yo fuera propietaria de un pequeño negocio, lo ideal sería entonces aprovechar los domingos para abrir, ¿no?, pues es entonces cuando los negocios grandes cierran. Pero si todos cierran los mismos días y abren los mismos días, ¿qué hay de malo entonces en que se abra los domingos?.
Por otra parte, al pequeño negocio se suele acudir para comprar cosas pequeñas, algo que necesitamos de pronto, utensilios, alguna herramienta, algún hilo, botón… Ante la gran proliferación de los negocios de ‘Todo a 1 €’ que parece que no se ajustan a ninguna norma, puesto que abren todos los días durante un gran número de horas, al final, cuando necesitamos algo es fácil terminar acudiendo a dichos negocios para comprar lo que necesitamos y, de esta forma, sí que dejamos de consumir en el pequeño negocio.
Y, por último, otro de los puntos que argumento para esta reivindicación -es que hoy me he levantado así :)- es que si los comercios abrieran los domingos -además de que seguro que los negocios tendrían más ganancias- habría que trabajar más horas, lo que implicaría tener que contratar a más personas y eso, en los tiempos de crisis que corren equivaldría a reducir los alarmantes datos de paro que existen actualmente.
Con todo, yo no veo nada más que ventajas, pero claro, tendrán que ser otros los que se decidan a debatir sobre este asunto y a cambiar las normas para que algunos comercios puedan abrir en domingo (leyes que, por otra parte, existen ya en otros países europeos).